martes, 21 de octubre de 2008

Cuando el encanto está por encima de la calidad


¿Sensor CCD o CMOS? ¿Sistema entrelazado o progresivo? ¿óptica fija o intercambiable? ¿4:2:0 ó 4:2:2? ¿PCM o Dolby Digital?
A menudo, nos perdemos entre una maraña de tecnicismos que, aún siendo necesarios, nos hacen perder la verdadera dimensión de una buena producción de vídeo: contar una historia.
En este mundo de inmediatez digital hemos olvidado prácticamente la sensación de espera que producía un revelado. En la magia de la espera inmediata está la felicidad, dicen. Pues mientras en España disfrutábamos a finales de los ochenta de la versión mejorada del Cinexin, el SuperCinexin (recordemos la cantinela final del anuncio de televisión) aparecía, en los siempre avanzados Estados Unidos de América, la flamante videocámara PXL-2000 de la casa Fisher-Price. También conocida como Pixel Vision, este aparatejo conseguía grabar en vídeo en una vulgar cinta de casete (habitualmente de “Ferro”). Este logro de la técnica se hacía a costa de conseguir una imagen en blanco y negro, eminentemente pixelada gracias a un súper sensor CCD de 120x90 píxeles ¡0,01 Megapíxeles! Disponía de una salida RF para conectarla a los receptores de televisión, ¿alguien ha dicho euroconector o HDMI?
El resultado era una imagen semifantasmágorica, gore o pseudogótica que, a la postre, hizo las delicias de muchos aspirantes a directores de cine más que a los propios chavales. Dicen que del defecto se puede hacer estilo y eso es precisamente lo que consiguió esta videocámara de culto. La falta de información se suple con la imaginación, el cerebro eso lo hace muy bien.
Desde 1991 se celebra un festival de cine (en vídeo, claro) en conmemoración de este juguete tecnológico. En este enlace se puede encontrar toda la información.
Por suerte, Internet nos sirve para recordar estos aparatejos. Existen varias páginas donde se puede contemplar el embalaje original, los manuales de uso, incluso hay un alemán que las tunea de colores diversos y con conectores RCA para mayor comodidad conectiva.
Esta cámara nos puede hacer reflexionar sobre la importancia del contenido. Cuando descubrí el Youtube hace unos años no podía creer en el éxito de un portal con vídeos de un tamaño de 320x240 (y estirados). No era consciente del poder de la horizontalidad participativa. Una búsqueda “espinete-enter” devolvía un espinete VHS-LP, y esas rayitas del tracking significaban nostalgia y no defecto. Eso sí, ahora que vuelve Barrio Sésamo a TVE no estaría mal que fuera en HD.



PXL-2000 en Wikipedia

miércoles, 1 de octubre de 2008

Barras negras verticales. Nueva estética.

Desde hace años, todos los que nos dedicamos al mundo de la producción audiovisual, hemos luchado como posesos por transformar la estética entrelazada del vídeo. La manera más rápida siempre ha sido interpolar los campos y añadir unas barras horizontales negras para imitar el aspecto del formato panóramico más o menos cinemascopado. Realizando esta operación se llegaba a suprimir hasta un 40% de la superficie de imagen efectiva pero nuestro vagaje cultural asociaba esta horizontalidad visual con el mundo de la ficción cinematográfica. Además, como el parque de pantallas y televisores era (¿es?) mayoritariamente 4:3, las barras negras se han utilizado habitualmente para pisar información adicional como subtítulos o colocar la mosca correspondiente. Esto ha venido sucendiendo en la última década, pero ahora, con pantallas planas panorámicas, ¿qué sucede si hacemos el mismo procedimiento? Bien, pues nos encontraremos con el desconocimiento de muchos usuarios por el botón del mando a distancia donde se puede manejar el control de zoom de imagen. Para resumir, un alto porcentaje de usuarios ven las emisiones de hoy en día chafadas, por no utilizar ningún término técnico. Existen pantallas que disponen de una opción que automáticamente ajusta la proporción correcta si las barras son lo "suficientemente negras" llenando toda la pantalla. El ejemplo más claro lo podemos encontrar en la Fórmula 1. Actualmente, como en la gran mayoría de retransmisiones deportivas, se emite la señal internacional en alta definición y en definición estándar en dos los formatos, 4:3 y 16:9. Telecinco emite la señal en formato 4:3 llenando toda la pantalla (sin franjas negras) pero a costa de perder parte de la imagen a cada lado. Para controlar esta pérdida los operadores de cámara suelen disponer de unas guías en su visor para asegurar que en la parte central siempre se muestra la parte esencial de la acción. TV3 emite la señal en formato 16:9 (con franjas negras) para la señal analógica. Si disponemos de una pantalla panorámica con la opción automática de ajuste de proporción de aspecto o la seleccionamos manualmente, es curioso hacer un ejercicio visual haciendo zapping entre Tele5 y TV3. Podremos advertir la diferencia de ver unos Fórmula 1 totalmente estilizados y ver los títulos de crédito más centrados.



Vivimos todavía en un mundo cuadrado y estándar, esto es, SD 4:3. Los decodificadores de TDT y los DVD permiten ajustar la imagen automáticamente si ha sido codificada para visualizarse en formato 16:9, pero la fuente original sigue siendo un "cuadrado". Evidentemente me estoy refiriendo a la realidad "de la calle" aún existiendo emisiones en HD y aparatos Blu-ray de alta definición, todavía en fase de expansión.
Todo este tostón técnico me veo obligado a explicarlo numerosas veces para entregar correctamente los trabajos que realizo. Pero aún así, la gente tolera muy bien el grado de distorsión que produce una imagen achatada. Ahora sí podemos decir "la televisión engorda".
Bien, ¿qué hacer entonces con todos los contenidos de archivo disponibles en formato 4:3? pues como todo en la vida, ante todo, respeto. Nos tendremos que acostumbrar poco a poco a una estética donde las barras negras ahora estén situadas a cada lado de la imagen. Quién sabe si esto dará lugar a otras formas de expresión. De hecho, las empresas de digital signage ya vienen utilizando de manera muy efectiva (a veces, demasiado) al utilizar la multipantalla de tres áreas: imagen de vídeo+información adicional+ticker.
El otro día dando un paseo por el centro de Barcelona hice esta fotografía donde se puede ver una emisión del Canal Arte HD reproduciendo un contenido de archivo en formato 4:3. Un canal así no se puede permitir según qué distorsiones.